Al decir diésel la mayor parte de las personas asumen que se refieren a los camiones, tráilers y otros vehículos pesados. Este es un motor diésel pero equipado con un turbocompresor, que le permite un menor consumo, reducción de las emisiones y vibraciones, además de un considerable aumento de potencia. Es una pieza común en camiones o vehículos modernos con motores diésel.
En otras palabras, él se encarga de ayudar a otorgar mayor rendimiento a motores pequeños sin que consuman demasiado. Generalmente se les suele considerar más flexibles que los del tipo atmosférico, que son los que no necesitan la sobrealimentación, es decir que dependen de la presión atmosférica.
El proceso del turbo es el siguiente, una vez en funcionamiento el par da un “empujón” debido al aumento de la presión interna. Durante el proceso se puede generar una avería por las altas temperaturas y velocidad que allí se producen, ya que pueden alcanzar alrededor de 750 grados y giros de hasta 1000 RPM (Revoluciones Por Minuto).
Cuidados simples del turbocompresor
Es importante estar atentos a dos puntos clave para su cuidado:
Al arrancar, comúnmente no se amerita encenderlo un rato antes de ponerlo en marcha, pero en el caso de los que tienen el turbo, hacerlo les sería de mucha ayuda para lubricarlo bien. No es necesario tomarse mucho tiempo, con hacerlo mientras se ajusta el cinturón de seguridad será suficiente. No es conveniente que suba las revoluciones con el motor frío, sobre todo en invierno. No lo fuerce mientras no llegue a los 80° o 90° grados, porque sería un cambio brusco y no es adecuado para el aceite, incluso podría cristalizarse.
Al parar el coche, es lo mismo a la inversa, es decir, es conveniente dejar el motor en ralentí algunos minutos, de esta manera el turbo se enfría lubricándose bien y bajando las revoluciones de la turbina por sí mismo de a poco. De no hacerlo corre el riesgo de que a largo plazo se dañe el turbo, mucho más si ha conducido agresivamente con uno que otro acelerón.
Tome las medidas preventivas como las revisiones y el mantenimiento continuo para alargar la vida de su vehículo. Son muchos los problemas que se ahorran si se tiene el debido cuidado. Si debe cambiar piezas no lo deje pasar mucho tiempo para que no se haga más grande el mal. Consulte un desguace y si no conoce alguno, en Internet hay muchos. Visite http://www.telefonosdedesguaces.com, un directorio en línea que le permitirá ubicar estos establecimientos dentro del territorio español, sin moverse desde donde se encuentre.