El chaleco salvavidas es un elemento fundamental y además es obligatorio llevarlo siempre en perfectas condiciones en el equipamiento de nuestro barco. Es artículo de supervivencia esencial que puede hacer una gran diferencia entre la vida y la muerte en caso de alguna emergencia a bordo de cualquier embarcación. Son materiales flotantes que permiten que el cuerpo humano se mantenga sobre la superficie del agua.
Hay una gran gama de chalecos salvavidas, aunque en general cada uno tiene diferente propósitos para usos y actividades. Por ejemplo, los barcos mercantes utilizan modelos rígidos de espuma, pero también hay modelos más cómodos de inflado automático que no molestan para maniobrar y que son más prácticos para las embarcaciones de recreo.
Índice de flotabilidad
El índice de flotabilidad dependerá del permiso que tenga el barco para alejarse de la costa, de las zonas de navegación a los que irá y el lugar donde se encuentre. Dependiendo de estos factores la ley debe indicar cuál es el índice de flotabilidad correcto para los chalecos salvavidas. El otro dato importante a tener en cuenta es que estén homologados para lo que deben ser de tipo «SOLAS» o de tipo «CE».
Cuidado con el mantenimiento
Los chalecos que son inflables requieren de más mantenimiento y supervisión, ya que por diversos factores pueden dañarse más rápido que los que son rígidos de espuma. Por eso deben pasar por revisiones anuales. Hay chalecos para todo tipo de personas, por eso antes de adquirir cualquier equipamiento hay que primero saber qué tipo de embarcación se posee, los permisos y los lugares a los que tendrá accesos. Hay chalecos salvavidas para quienes no saben nadar muy bien, hay otros más flexibles, están los más rígidos o más pesados, hay infantiles, otros especiales para discapacitados, en fin una gran variedad y diferentes marcas que deberás elegir según lo que te autoricen.